El riesgo es un elemento fundamental en la economía moderna. Ningún inversionista, empresa o gobierno está exento de enfrentar escenarios inciertos que pueden afectar el crecimiento, la estabilidad financiera o los resultados de una decisión. Comprender cómo manejar el riesgo es clave para el desarrollo sostenible y para proteger los intereses de la sociedad.
El premio Nobel Franco Modigliani dedicó buena parte de su carrera a investigar el comportamiento del riesgo en los mercados y la manera en que afecta a la toma de decisiones. Sus estudios demostraron que incluso en escenarios hipotéticos, donde todos los factores parecen controlados, el riesgo sigue estando presente, y es necesario considerarlo en cada paso.
En Chile, estas lecciones no son ajenas. Los ciclos económicos, las variaciones en los precios de los commodities y los desafíos de la economía global muestran que el riesgo siempre está latente. Por eso, las políticas públicas y las estrategias privadas deben incorporar herramientas para anticipar y mitigar sus efectos. No se trata de evitar el riesgo, sino de gestionarlo con información, análisis y visión de largo plazo.
La economía chilena, como cualquier otra, se beneficia cuando sus actores entienden que el riesgo es parte de la ecuación. Aplicar las enseñanzas de Modigliani permite tomar mejores decisiones y fortalecer la resiliencia ante los vaivenes del mercado. Así, se construye un futuro más sólido y predecible para todos.
