En los últimos años, varios países han puesto fin a los sistemas privados de pensiones tipo AFP tras reconocer que no lograron garantizar pensiones dignas para la mayoría de sus ciudadanos. La experiencia internacional muestra que el retorno a sistemas públicos, de reparto y con solidaridad, ha mejorado la seguridad social y reducido la pobreza en la tercera edad.
En Chile, el debate sobre el futuro de las AFP está más presente que nunca. Muchos expertos y organizaciones sociales sostienen que es necesario avanzar hacia un sistema mixto o completamente público, donde el Estado asuma un rol protagónico para asegurar pensiones suficientes y justas.
La experiencia de países como Argentina, Polonia y Hungría evidencia que la reforma de las pensiones es posible y puede traer grandes beneficios sociales, siempre que exista voluntad política y consenso ciudadano.
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